Este fin de semana tuve el placer de disfrutar de una invitación muy especial en el Spa del Hotel La Mola, un lujoso complejo hotelero ubicado en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac.
En este verdísimo contexto, algo que se agradece después de estar toda la semana envuelto en la gris ciudad, se encuentra este mágico espacio ecosostenible de silencio y relax, aunque también es lugar de fiestas porque sus grandes salas a menudo son elegida para celebrar bodas, de hecho en la noche en la que estuve había dos.
El plan era ir a visitar el Spa y probar la experiencia del Alphasphere, un tratamiento de ultra relajación que consiste en una camilla de relajación musical que se ilumina de azúl, color relajante por excelencia, y emite sonidos, desde cuatro salidas diferentes, que recorren todo el cuerpo llegando a estimular y conectar todos los sentidos para conseguir una extrema relajación.
La verdad es que el Alphasphere fue una experiencia del todo inesperada, algo muy diferente y con un resultado garantizado.
Antes de probar el Alphasphere hice todo el circuito de agua de Spa Sensation del Hotel para así conseguir una relajación óptima, con sólo deciros que terminada la experiencia polisensorial de la camilla de relajación musical estaba practicamente deseando ir a dormir.
El circuito de agua empieza con una piscina con cromoterapia a 27 grados para pasar a otra de 34 con camas de hidromasaje corporal, luego varias cascadas de agua (para la espalda, la cervicales y las piernas) para llegar a la piscina de agua fría antes de meterse en la de hidromasaje a 38 grados.
Aunque la piscina de agua fría que está a 14 grados parezca un shock, hay que pasar por esta minipiscina porque el contraste del frío es bueno para la circulación.
El Spa dispone de todo tipo de detalles, tratamientos corporales y de belleza, pero después de haber tomado una infusión relajante, de haber disfrutado del circuito de agua, del Alphasphere y de pasar por la sauna; de verdad no necesitaba nada más.
La habitación como se podría imaginar era fantástica con una vistas espectaculares y con todo tipo de detalles pensados para ofrecer un extremo confort, ideal para un fin de semana romántico.
La verdad es que despertarse rodeada de este maravilloso entorno natural y haber disfrutado de un excelente desayuno ha completado la experiencia de ralajación y bienestar llegando a los máximos niveles.
¡Yo me habría quedado sin problemas más días!