El bar Marsella, uno de los lugares históricos de Barcelona, con fama de ser el bar más antiguo de la ciudad, está corriendo el grave peligro de ser cerrado. Los dueños del edificio han puesto a la venta todo el inmueble y poco les importa conservar este bar que lleva sobre sus espaldas dos siglos de vida.
De ahí que se haya creado una petición dirigida al propietario de la finca del bar y al ayuntamiento para que se paralice el cierre del bar Marsella. ¡firma aquí!
La familia Lamiel lleva 100 años con el bar Marsella, una tradición familiar que podría lamentablemente romperse pronto. José Lamiel desde el 1 de marzo está de okupa en el bar Marsella a la espera del éxito de la causa, aunque a pesar del temido cierre parece intencionado a trasladar la esencia del bar a otro lugar.
El bar Marsella, inaugurado en el 1820, es uno de aquellos lugares que cuentan la historia. Dalí, Picasso, Ernest Hemingway y Gaudí solían ir a este bar a tomar absenta. El bar ha conservado su decoración originaria principalmente de madera y vidrio con techos muy altos, mesas de mármol y unos grandes espejos con dibujos que decoran las paredes.
Un lugar auténtico que, a pesar de necesitar algunas reformas, ha sabido conservar años tras años su decoración originaria que estamos acostumbrados a ver reproducida en clave más sofisticada y actual en muchos de los sitios decorados por el interiorista Lázaro Rosa Violán.