«Coco» nace en Francia en el 1883 en una familia muy pobre. A la muerte de la madre el padre abandona a las dos hijas en un orfanato.
Gabriel Empieza su carrera diseñando pamelas y tocados, antes a París y luego a Deauville. En el ’14 abre su primera tienda y en el ’16 un atelier de moda en Biarriz.
Coco lanza un modelo diferente de mujer, muy en contraste con la moda del ‘900. En una época difícil, los hombre se van a la guerra, y la mujer se convierte en una referencia importante de la comunidad, lleva una vida dinámica, es una deportiva que trabaja y tiene autoridad.
La moda de Coco Chanel encaja con esta nueva imagen y cuando abre su tienda en Rue Cambon 31 de París, definitivamente se consagra el símbolo de esa generación.
Todavía, muchos críticos y expertos de moda, creen que su ápice de creatividad lo tuvo en los años ’30, cuando, después de haber inventado los revolucionarios «tailleur» (conjunto de americana masculina y falda recta o pantalones, entonces utilizados solos por los hombres) impone un estilo elegante e inconfundible. Se puede decir que Chanel reemplazó la moda poco práctica de la Belle Epoque con una moda ancha y cómoda.
A ella se debe el utilizo del punto, hasta entonces utilizado como ropa interior para una gran variedad de prendas incluidos vestidos sencillos en negro, gris y azul marino, su colores top. Esta innovación tiene tanto éxito que Chanel empieza a elaborar sus famosas texturas para los tejidos de punto.
Gabrielle es una mujer masculina, independiente que no ha superado el abandono del padre. Sus relaciones más importantes, de echo, son con figuras protectoras: Etienne, Boy/Arthur Capel, el Duca di Westminster. Hombres que la ayudan a crecer, y no sólo como persona, también en su negocio, financiandola y asesorandola.
Coco conquista la alta sociedad, con su estilo tan personal «les grand dames» intentan copiarla en todo. Gracias a la amiga Misia entra en contacto con muchos artistas, respira los tormentos, el arte la creatividad de Diaghilev y Picasso, y siempre a la búsqueda de objetos más extraordinarios que nutran su anima inquieta.
Su credo absoluto es la comodidad, ama el deporte y sobretodos los caballos, es de aquí que nace su pasión para las uniformes. Chanel crea una moda para sí misma, in función a las necesidades de su cuerpo y de su personal routin, en el trabajo es incansable, con el precioso collar de raso blanco con las tijeras de costurera siempre colgando del cuello, ella ama cortar.
Las joyas de perlas, las largas cadenas de oro, la conjunción de piedras preciosas con piedras falsas, cristales que brillan como diamantes, son complementos indispensables en el estilo Chanel, signos inconfundibles de su griffe.
No olvidamos también su creación más de éxito, su perfume Chanel n.5. Desde el 1921 este perfume representa el concepto de feminidad sin tiempo, única y fascinante. El n.5 no fue novedoso solo por la fragancia, también para la simplicidad de la botella. El número 5 fue elegido como nombre en contraposición a los nombres altisonantes de los perfumes de la época, el 5 era simplemente la quinta propuesta olfativa que le habían presentado.
Quien puede olvidarse de la frase de Marilyn Monroe que a la pregunta con que look se acostaba confesó: «con sólo dos gotas de Chanel n.5″.
A pesar de su tantos amantes, de vida tan rica de experiencias, nunca se casó, nunca tuvo hijos y sola, el 10 de enero del 1971, a la edad de 87 años, muere en su habitación del Ritz, donde vivía desde ya muchos años.
Coco Chanel no ha sido sólo la más grande diseñadora de XX siglo, su esencia va más allá de la imagen y la moda, habla del universo femenino y su complejidad, de su rol en la sociedad, su feminidad, su poder.
Ella misma solía repetir «devolver el cuerpo de las mujeres a su libertad«.
«Que importa la edad! Hoy somos las chicas que éramos y las chicas que seremos«.