Actualizado el 05/11/2013
Ir a comer algo rápido como un bocadillo no necesariamente quiere decir tener que renunciar a la calidad. Estamos acostumbrados a que la mayoría de las veces la comida de los fast food no destaque por sus ingredientes, pero esto no es el caso precisamente de Fastvínic.
Este espacio de comida rápida, cuyo hermano mayor es el mítico bar de vinos Monvínic, abierto desde finales de 2010 destaca por la calidad de su oferta gastronómica, diferenciándose de lo que comúnmente se espera de un fast food. Toda su carta de bocadillos y ensaladas está elaborada con productos Km cero, es decir, ingredientes de alta calidad de los mejores productos catalanes de proximidad, estacionales y ecológicos, por lo que la carta varía según temporada.
Aunque parezca un juegos de palabras este fast food es un restaurante slow food, el Fastvínic está oficialmente certificado como tal, todos los ingredientes de los bocadillos son trazables por lo que sabemos de donde proviene todo lo que estamos comiendo. Los bocadillos como se puede imaginar no tienen nada que ver con un habitual bocadillo, sus creativas recetas están elaboradas por el chef Sergi de Meià que selecciona cuidadosamente los ingredientes y escoge el pan más adecuado para cada tipo de bocadillo.
La oferta gastronómica de Fastivínic es acompañada por 24 variedades de vino de las 12 Denominaciones de Origen catalanas seleccionadas por el equipo de sommeliers de Monvínic para ser tomadas a copas gracias a tres fantásticas máquinas dispensadoras de autoservicio. Además de los vinos por supuesto hay refrescos, cervezas,zumos naturales ecológicos, cafés e infusiones.
También el diseño del local es acorde con la filosofía slow food, un espacio moderno y minimalista pero a la vez acogedor, obra del interiorista Alfons Tost, además el local ha sido el primer establecimiento de restauración de Cataluña en obtener la certificación LEED Gold (Liderazgo en Diseño Energético y Medioambiental) otorgada por el Green Building Council de Estados Unidos por su compromiso con la ecosostenibilidad. Todo en Fastvínic, menos las copas de vino Riedel y las bandejas de madera Delica, es reciclado y se se recicla al momento.
Además para la vuelta al cole de septiembre Fastvínic ha ampliado su propuesta gastronómica añadiendo bocadillos sin gluten y ofreciendo unos menús de tarde (de lunes a sábado de 17h a 19,30h) en oferta: el Bigvínic, el Snackvínic, el Veganvínic, el Kidvínic y el Vínic sin gluten. ¿Te animas a probar una comida rápida con productos de proximidad en un espacio basado en la total eco sostenibilidad?
Fastviníc está en la calle Diputación 251 de Barcelona.
nombre completo (Sagàs Pagesos, Cuiners & Co.) casi suena a una declaración de intenciones y, en la práctica, plasma una alianza culinaria entre “payeses, cocineros y compañía”. El atractivo de Sagàs es que sus bocadillos tiene el aval de un cocinero payés, Oriol Rovira, reconocido como chef-productor en su granja-restaurante-hotel rural Els Casals. Con una estrella Michelin en su negocio familiar de Sagàs-Berguedà (Barcelona), Rovira se asoció con el grupo hostelero Sagardi àra abrir Sagàs en mayo de 2010. Sus panes son artesanales y la mayoría del resto de los ingredientes (verduras, carne de cerdo y pollo) proceden de su finca familiar. Rovira ha diseñado unos bocadillos basados en la tradición, englobados en el apartado ‘Orígenes’ y servidps en una ‘entrebaguette’ artesana, como los de butifarra negra o blanca, el ‘Pepito’ o el de Tortilla; y la categoría de ‘Mundo’, con las elaboraciones más modernas e internacionales, como el chino ‘Pork Buns’, hecho con pan al vapor y basado en la receta de David Chan, de Momofuku (Nueva York), o una Burger de bovino gallego. Los bocadillos, con precios de 8 a 12 euros, pueden acompañarse de ensaladas y patatas.