ARCO, una de las ferias de arte contemporáneo más consolidadas en el panorama internacional, ha vuelto a convertir Madrid en punto de referencia cultural, el arte ha ocupado cada esquina de IFEMA y Solán de Cabras ha aprovechado la ocasión para demostrar su compromiso con la cultura y los jóvenes talentos.
Por ello la marca de agua de Mahou San Miguel ha encargado a dos estudiantes de último curso de la Institución Artística de Enseñanza (IADE) realizar una obra de arte relacionada con Solán de Cabras y presentada bajo el nombre de “Corriente Azul”.
Carlota Bustamante y Clara Fernández han dado #UnpuntoAzul a ARCO con su obra artística basada en el manantial de Solán de Cabras, situado en la localidad conquense de Beteta. El milenario acuífero aparece representado como un espectacular torrente de agua azul, que los visitantes pueden observar justo en el techo del stand de la marca.
Además de demostrar su compromiso con el arte a través de esta obra, Solán de Cabras también apoya el concepto de sostenibilidad, ya que para materializar la corriente en una estructura se han utilizado más de 450 botellas recicladas de distintos tamaños, que demuestran el ciclo natural de su agua.
Esta “Corriente Azul” que decora la sala Vip no es la única contribución de Solán de Cabras a la edición de este año de ARCO, en la cafetería del certamen se ofrece “Liquid vita”, una oda a la continua evolución e innovación de Solán de Cabras diseñada por Paula Maíz Vilches, estudiante de segundo curso de IADE.
La obra realiza un paralelismo entre el agua, como fuente de la vida, y el ADN, como principio básico de toda evolución materializado en una doble hélice, que representa las cadenas de ADN, en cuyo interior se integra una botella de DÚO, el nuevo formato lanzado por la marca con #unpuntoazul.
