Una taberna que recuerda a las de un tiempo, pintada de rojo y con una evidente nota flamenca es la Taberna del Suculent, un sitio de sabores clásicos y auténticos en el que lo moderno se une con lo de “toda la vida” de una manera más que lograda.
Bajando la rambla del Raval a mano izquierda, antes del restaurante El Suculent encontramos su Taberna, donde se come alrededor de su larga barra de madera sentados en unos taburetes y escuchando música flamenca recuperando así las tradiciones de las auténticas tabernas.
La decoración cuidada hasta el último detalle hace de La Taberna del Suculent un sitio exquisitamente sencillo con varias notas retro, aunque lo que más hay que destacar es evidentemente su excelente comida.
La Taberna del Suculent es ideal para ir a tomar un aperitivo o salir a tapear, porque tras el primer plato lo más seguro es que querrás probar toda la carta. Todas las bebidas son al granel como en las tradicionales tabernas y para picar y comer algo, además de las propuestas del menú, siempre hay sugerencias del día.
Los platos son tradicionales pero estando tan deliciosos llegan a parecer sabores nuevos, su carta es como una recopilación entre las más tradicionales tapas del país con una evidente nota andaluza. Todo está realmente delicioso empezando por las albondigas de sepia con setas, las papas arrugadas con mojo, la tortilla de camarones, el cazón en adobo, los rabitos de cerdo crujientes, huevo de pato con patatas y maldonado, etc.
La Taberna del Suculent está en Rambla de Raval 39, Barcelona. Cocina ininterrumpida de 13.00 a 24.30, miercoles cerrado. Para más info: suculent.com/la-taberna