Las fiestas de Navidad quieren decir familia y mucha comida, son unos días que llevamos todo el año esperando y de los que disfrutaremos estando sentados de mesa en mesa celebrándolo por todo lo alto.
Es en estas fiestas cuando sacamos nuestras mejores galas y comemos los mejores platos, pero justamente relacionado con la comida hay un dato abrumador sobre el que tenemos que reflexionar: el 25% de la comida que preparamos para las fiestas navideñas acaba tirado en la basura.
De cara a estas navidades, frente a este desperdicio de comida, os propongo de cocinar con la cabeza y el corazón y convertir este 25% de comida tirada en nuevos platos. ¿Cómo? Con propuestas sencillas y fáciles de hacer, conseguir el objetivo es posible tan solo siguiendo unos pequeños consejos. Estas navidades este 25% de comida no acabará en la basura, ¿te sumas al reto?
Bajo el lema “Cocina con el corazón, cocina con la cabeza” tenemos unos cuantos consejos para ayudarnos a planificar, dosificar y reciclar la comida, unos consejos propuestos con motivo de las fiestas navideñas que deberíamos empezar a utilizar en nuestro día a día como un buen propósito para el año nuevo.
El objetivo está claro: convertir las sobras en otros platos deliciosos y aquí encontrarás unos prácticos consejos para conseguirlo, recuerda la clave es la imaginación y la creatividad.
Si guardas las sobras en contenedores herméticos, al día siguiente puedes crear con ellas deliciosos platos, un ejemplo fácil podría ser una lasaña que gratinada al horno con un huevo puede ser un nuevo plato o las sobras de una pasta que con la adjunta de mozzarella se convierten en una exquisita pasta al horno. Guardando las sobras en dosis individuales y poniéndolos en el congelador tendremos comida para un día que no tengamos invitados o un ingrediente clave para cuando se nos ocurra una idea creativa para reutilizar este alimento. Recuenta y apunta todo lo que tienes en el congelador, seguro que puedes sacar unos platos deliciosos. El pan duro se puede convertir en picatostes o migas para un pastel, las galletas o los restos de bizcocho pueden ser la base para un postre, las sobras de un guiso pueden ser el relleno de una lasaña.
Además de usar la cabeza a la hora de guardar las sobras, también tenemos que ser más calculadores a la hora de cocinar, muchas veces ponemos un poco más por si luego queremos repetir, pero ya sabemos cuáles son las dosis correctas y pasarse con las cantidades no es bueno para nuestras barriguitas y menos por el desperdicio de comida que conlleva. Así que ponerse a cocinar usando más la cabeza, ya veréis la satisfacción que da darse cuenta de los resultados.
Estos son solo algunos de los muchos consejos que Ikea ha puesto en su web con el objetivo de ayudarnos a no desperdiciar la comida; y si a pesar de haberlos leídos notas que te falta creatividad, puedes también apuntarte a unos de los talleres que la marca sueca que organiza en sus tiendas de España, y recuerda … ¡Estas navidades pon corazón y cabeza en la cocina !
