El próximo 1 de octubre, la Sala Hiroshima Barcelona emprende su tercera temporada y consolida su arriesgada oferta cultural en la ciudad, presentando artistas emergentes que empiezan a tener presencia en circuitos internacionales.
Con una programación cerrada hasta el mes de mayo, Hiroshima se ofrece como una plataforma para la exhibición de la escena emergente internacional en Barcelona. Teatro, danza, música y performance se combinarán para descubrirnos un discurso estético vivo e innovador más allá de patrones establecidos y lenguajes aprendidos.
Gracias al apoyo y la colaboración de diferentes organizaciones internacionales, este proyecto es además claro motor para la internacionalización de las compañías y artistas catalanes, generando encuentros entre diferentes artistas.
En el espectáculo inaugural podremos disfrutar de la artista suiza Yasmine Hugonnet. Su proyecto Le Récital des Postures, es un concierto diferente ya que se desarrolla en silencio desplegando con su cuerpo un espacio de gestos y posiciones que forman un verdadero paisaje escénico.
Dentro de la programación, Hiroshima ha creado el concepto Hiroshima Heats, para volver a programar piezas que funcionaron muy bien a nivel de público y/o que son muy representativas de la línea de programación de la sala como There is no here here, de Gisle Martens Meyer (Noruega) que personalmente no me perderé.
Con respecto a las colaboraciones, me gustaría destacar la que desarrollan con el Festival Salmon, presentando dos artistas propuestos por Hiroshima, Luis Garay (Colombia / Argentina) con Carta Blanca a Luis Garay, y Somewhat Paler, de Bárbara Sánchez (Sevilla).
Igualmente, junto con La Blanca, el espacio independiente de Poblenou, Hiroshima une fuerzas para la creación en residencia, con el objetivo de apoyar a artistas emergentes no vinculados todavía a las plataformas oficiales.
Por último, la música en vivo tendrá una presencia importante con dos líneas de programación. Por un lado acogerá dos ciclos externos, LST que explora la intersección entre la música y el cine; y Nits de Sang, un ciclo de sonidos electrónicos con una puesta en escena que combina la música, las artes visuales y la performance. Por otro lado, cinco conciertos de música en vivo, donde saborearemos por ejemplo la banda madrileña Nerval que vuelve a la sala, y el concierto del americano Chris Garneau, con un sonido indie muy particular.
Como novedad esta temporada ofrecen por primera vez abonos de 5 espectáculos por 60€ o de 10 espectáculos por 110€.
Así que nada, si te gusta sentarte en la butaca con ganas de que te sorprendan, te hagan pensar, sentir y sobre todo tener así tema de conversación con tus compañeros de trabajo, nos vemos en la Sala Hiroshima.
Sí al riesgo, al vértigo y al lío en los escenarios de la ciudad.
Para más información sobre la Sala Hiroshima Barcelona y toda su programación visita la web oficial: www.hiroshima.cat
