Con la vuelta a la rutina diaria tras el final de las vacaciones de verano, vuelve a resurgir la costumbre neoyorkina de los fines de semana por excelencia, el Brunch del mediodía. Un pseudo desayuno híbrido y cosmopolita que permite a los no madrugadores comer cualquier cosa que se les antoje, ya sea dulce o salado, a las 12 de la mañana.
Una costumbre cosmopolita
La palabra anglosajona Brunch nace de la unión entre otras dos palabras inglesas “Breakfast” (desayuno) y “Lunch” (almuerzo), y como su propio nombre indica, es una comida que ni es desayuno no es comida, si no que se realizar entre las 10:00 de la mañana y las 13:00. Se trata de un hábito propio de los países anglosajones, pero que ha entrado en otros países, como por España, donde cada vez más aficionados lo practican.
Los neoyorkinos son los que se han llevado la fama como los mayores aficionados al brunch, como se ha podido ver en series tan conocidas como la famosísima Sex and de City (Sexo en Nueva York) o How I met your mother (Cómo conocí a vuestra madre); pero en realidad son muchas las ciudades del mundo, desde Londres, Barcelona Dubái hasta Beverly Hills que mantienen esta costumbre.
Un brunch hygge
Es habitual que los amigos se reúnan en alguno de los múltiples locales cool que ofrecen esta tendencia gastronómica siempre elaborada y de calidad, para recuperar fuerzas a media mañana del fin de semana tras haber superado una noche de fiesta y copas. Pero también es cada vez más común disfrutar del brunch en casa, una opción que cuenta cada vez con mejores ofertas gastronómicas como se muestra aquí: www.deliveroo.es , y que para los foodies, cada vez está más en boga.
La idea es dejar de lado eso de que el desayuno es la comida más rápida del día, y hacer resurgir aquella frase que reivindica que es la comida más importante del día, convirtiendo el brunch en uno de los momentos más importantes del fin de semana. Puede ser la excusa para reunirse desde bien temprano con los amigos o familiares en casa, pero también puede ser la oportunidad perfecta para disfrutar del confort de tu casa en solitario, viviendo el brunch a la manera ‘hygge‘: disfrutando del momento con un buen café, un smoothie o un Bloody Mary en la intimidad del ambiente relajado de tu casa.
Y es que el hygge danés es una mezcla entre lo acogedor, lo cómodo, lo relajado… Encontrar el momento en el que disfrutar de lo que se está haciendo, cuidando del mínimo detalle. Por lo que el brunch con los clásicos huevos Benedictine, los croissants, los bollos suizos y brioches, o la carne asada o ahumada y las frutas exóticas; y todo ello sobre la mesa, en la terraza o en la propia cama, completarán la que será la mejor experiencia del fin de semana.
