En un entorno de lo más elegante, en uno de los edificios históricos de Turín, en la sala del Senato del Palazzo Madama a Torino, se ha concluido una de las exposiciones más exclusivas sobre un gran diseñador: Gianfranco Ferré. Sotto un’altra luce: Gioielli e Ornamenti.
Sin dudas ha sido una de las exposiciones que más me ha gustado: piedras brillantes, metales esmaltados, madera pintadas, cristales de Murano, cerámicas retro, cristales de Swarovski, y cuero, hierro, bronce en una encantada sucesión de broches, collares, cinturones, anillos y pulseras que me han llenado el alma.
Sé que ha sido una exposición única en su género, y que después de 10 años de la muerte prematura del “arquitecto de la moda” (así se le solía llamar a Gianfranco Ferré por su formación profesional), con estas 200 joyas se recurre la carrera del diseñador italiano, a partir del 1980 hasta el 2007, año de su muerte.
“Creo que la joya es el elemento más inmediato para expresar un deseo de belleza innato, sin tiempo, antiguo como la historia de la humanidad, radicado en nuestra sensibilidad porque capaz de transformar la realidad en emociones y sensaciones. La joya ha tenido, en el pasado, diferentes representaciones: símbolo de riqueza, poder, prestigio, autoridad. Ahora es sobretodo una manifestación de personalidad. Es el medio para la representación de uno mismo. Como el vestuario y más.”
Esto es lo que afirmó el diseñador hablando de una parte imprescindible de sus colecciones de moda, esta frase es lo que da el comienzo a la exposición.
No puedo decir que esta exposición me haya dejado indiferente. A pasar que no me gustó para nada como decidieron montarla, admito que me he emocionado más de una vez. Creo firmemente que los complementos han dejado de ser un “ayuda” al look para transformarse en los protagonistas absolutos.
Espero que esta expo sobre joyas y complementos llegue a España, sin duda seré una de las primeras en volver a verla.
Después de unos días, todavía quedan en mi corazón esas 4 o 5 piezas que me gustaría tener en mi colección. Quién sabe, a lo mejor un día, en una pequeña tienda de ropa de segunda mano…
