Burdeos es, sin duda, una de las ciudades más bellas de Francia y, en general, de toda Europa. De hecho, no es casualidad que en 2017 la famosa web de viajes Lonely Planet le concediese el título de “Mejor ciudad para visitar”.
Sus bistrós, sus tiendas gourmet y sus wine bars, así como su fantástica oferta artística y cultural, la convierten en una ciudad perfecta para una escapada de un fin de semana.
A continuación te ofreceremos algunos consejos para planificar un viaje de dos días a Burdeos y te aconsejaremos los lugares que no te puedes perder.
Consejos para un viaje a Burdeos
¿Cuál es la mejor época del año para viajar a Burdeos?
Sin duda, la mejor época para visitar Burdeos empieza con la primavera y termina en otoño, desde marzo hasta octubre. Has de tener en cuenta que las temperaturas, durante los meses de julio y agosto, pueden llegar a los 30ºC y que la afluencia de turistas es mayor. Así que, si no te gustan el calor ni las aglomeraciones, visita esta ciudad un poco antes o un poco después.
Lo imprescindible: una cata de vinos tintos
Los vinos tintos han proporcionado a Burdeos fama en todo el mundo. Por ello, si decides viajar a esta ciudad, es imprescindible que disfrutes por lo menos de una cata de vinos. La provincia de Burdeos está repleta de viñedos y bodegas que se pueden visitar mediante rutas enológicas y te permiten hacer una cata. En concreto, son seis: Médoc, Saint-Emilion, Blaye y Bourg, Entre-deux-Merx, Sauternes y Graves y Burdeos.
¿Cómo comunicar con los habitantes de Burdeos?
Si ya hablas un poco de francés, aprovecha la ocasión para repasar reglas de gramática que has olvidado, y mejora uno de los aspectos más difíciles de este idioma, tu pronunciación en francés. Para ello, una plataforma online como Babbel te resultará de gran ayuda.
Qué ver en Burdeos
El barrio de Saint Pierre
Este barrio es el más antiguo de Burdeos, y en él se encuentran muchos de sus principales monumentos.
Entre ellos destaca el Pont de Pierre, un maravilloso puente que conecta las dos orillas del río Garona y que posee 17 imponentes arcos, correspondientes a cada una de las letras del nombre de Napoleón Bonaparte que ordenó su construcción.
Te aconsejamos que visites este puente por la noche para ver la impresionante luz de las lámparas de hierro. Este puente es el punto de partida ideal para empezar a explorar la zona antigua de la ciudad.
La plaza de la Bolsa y el Espejo de Agua
La plaza de la Bolsa es el principal icono de Burdeos desde hace siglos. Justo frente a ella se encuentra el espejo de agua de mayor tamaño del mundo. Tiene unas dimensiones de 3450 metros cuadrados y genera efectos extraordinarios. El espejo de agua es un lugar donde los más pequeños se lo pasan en grande y los mayores se refrescan durante el verano. Este espejo muestra el reflejo de las fachadas de los edificios del siglo XVIII a escasos metros del río Garona y del paseo fluvial. Es una especie de piscina urbana, una plaza con chorros de agua que provocan un charco gigante y constante de agua.
La Puerta de Cailhau
También llamada Puerta del Palacio. Es una de las pocas que se conservan de la antigua ciudad medieval de Burdeos y de su muralla. Se remonta al siglo XV, está muy cerca del río y se encuentra en perfecto estado de conservación. Dedicada a Carlos VIII, la monumental puerta tenía un doble papel en la ciudad: era arco de triunfo y puerta defensiva de la urbe. Por este motivo, en su fachada podremos observar una armoniosa mezcla de elementos decorativos y defensivos. Obra de arquitectura gótico-renacentista, cuenta con almenas, techos de 35 metros, linternas y claraboyas.
La plaza de Quinconces
Esta plaza fue creada sobre el emplazamiento del antiguo castillo Trompette. Bordeada de árboles plantados al tresbolillo (quinconces) la explanada de Quinconces ocupa 12 hectáreas, 6 de las cuales corresponden a espacios verdes. Es, claramente, la plaza más grande de Europa.
Aquí tienen lugar numerosas actividades: la Fiesta del Río y del Vino, la Feria de Antigüedades y de los placeres, conciertos y actividades deportivas. En el extremo más cercano al Garona podrás ver dos columnas muy altas que simbolizan respectivamente el comercio y la navegación. En el otro extremo se encuentra el monumento a los caídos durante la Revolución Francesa y una gran fuente llena de tropas de soldados y sus caballos.
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La Catedral de Saint André
Se trata del principal edificio religioso de la ciudad. Es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y forma parte del conglomerado de Caminos de Santiago de Compostela dentro de territorio francés. Una de sus características más notables es el hierro forjado del artesano local Blaise Charlut, que se encuentra en el centro del transepto. El tímpano de la catedral del siglo XIV representa el Juicio Final.
Esta catedral es una iglesia gótica, con un deambulatorio rodeando el altar mayor, unas bóvedas de sillares y unas preciosas vidrieras sobre los muros. El campanario, la torre Pey-Berland, está separada de la iglesia. En el lado opuesto a la torre se encuentra el palacio Rohan.
¡Haz tu maleta y descubre las maravillas de Burdeos!
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