
Los cambios que supone el otoño-invierno nos afecta de varias formas y una de ellas, sin duda, tiene relación con nuestra piel. Después del calor del verano, es importante cambiar nuestra rutina de cuidado de piel para poder adaptarla a las necesidades de estos meses. De hecho, tras esta época que resulta más agresiva con nuestra piel, debido al calor y el sol, una de las decisiones más apropiadas que podemos tomar es la de optar por productos de cosmética natural. Así, no solo le proporcionaremos a nuestra piel los cuidados que requiere, sino que lo haremos de una forma más suave para que luzca perfecta siempre.
Cambios en la piel en otoño e invierno
La llegada del frío y, por norma general, un aire más seco, provocan resequedad en la piel que hay que combatir con una mayor hidratación. Además, si bien la incidencia del sol no resulta tan agresiva, no hay que olvidarse de la protección, ya que en muchos casos se pueden presentar manchas, debido a la exposición que hemos tenido en verano. No solo eso, muchas personas, incluso, pueden sentir que sus problemas de rosácea se acentúan o aparecen más rojeces, por lo que es indispensable cambiar la rutina con productos más delicados y aptos para esta época.
Rutina para el cuidado de la piel este otoño-invierno
El principal objetivo de nuestra rutina para otoño-invierno será, sin duda, tratar las consecuencias de la exposición solar en verano, nutrir e hidratar la piel para que se vea sana y luminosa. De esta manera, una buena rutina con productos naturales, como los que puedes encontrar en Weleda, muy sencilla y con pocos pasos es la siguiente.
1. Limpia bien el rostro
El primer paso en nuestra rutina no cambia. Una buena limpieza es clave para que los productos penetren bien en la piel y cumplan su función, por lo que, dependiendo del tipo que tengas, elige un limpiador que elimine cualquier resto de suciedad o polución. Por ejemplo, una espuma limpiadora suave que no reseque, o una leche limpiadora de almendra que resulte calmante si tienes rojeces pueden ser opciones muy interesantes para esta época.
2. Exfolia si notas tu piel apagada
La exfoliación nos puede venir muy bien si tenemos la piel apagada o con textura. No obstante, es mejor utilizar exfoliantes suaves y usarlos de una a dos veces por semana para no ser demasiado agresivos con la rutina.
3. No descuides el contorno de ojos
Para lucir una mirada más descansada, es importante contar con un buen contorno de ojos. Si quieres utilizar productos naturales, aquellos que llevan granada son reafirmantes y te ayudarán a suavizar arrugas, recuperar la elasticidad de la piel y, lo más importante, hidratar la zona. En este sentido, no hay que olvidar que hay que tratarla día y noche para que se mantenga descansada y nutrida.
4. Hidratación del rostro
Como último paso, si estamos con la rutina de noche, y penúltimo, si es para la rutina de día, debemos hidratarnos el rostro. Para ello, hay que elegir una crema o un gel que se adecúen a las necesidades de nuestra piel. Por ejemplo, si la tenemos seca, deberemos optar por cremas algo más densas y, en cambio, si nuestra piel es mixta o grasa, deberemos decantarnos por aquellas con textura ligera. Asimismo, también hay que fijarse en el acabado que queramos. En otoño e invierno no sudamos como en verano, pero si tienes la piel grasa, puede que te interese utilizar una crema hidratante con efecto matificante.
En todo caso, independientemente de la elección, es necesario hacer un ligero masaje en el rostro para que la crema hidratante se absorba bien y nuestra piel se nutra con sus múltiples beneficios.
5. No te olvides de la protección solar
Pese a que la radiación del sol no es tan fuerte y que los días duran menos, la protección solar siempre debe estar presente en nuestra rutina de cuidado facial. En este sentido, aunque es preferible que el protector sea lo más natural posible, lo más importante es que sea de amplio espectro para que te proteja no solo contra los rayos UVA, sino también contra los UVB. Así, combatirás las manchas del sol y el fotoenvejecimiento, por lo que recuerda: no olvides protegerte del sol todos los días.
En conclusión, la mejor manera de cuidar nuestra piel en esta época del año es mantenerla hidratada para evitar la sequedad. Por tanto, la rutina de cuidado facial debe hacerse dos veces al día. Además, si utilizamos productos naturales como los que podemos encontrar en marcas como Weleda, cuidaremos nuestra piel de una forma más suave y delicada, algo ideal para estos meses de frío.
En este artículo te hemos dejado esta sencilla rutina facial que te ayudará a mostrar una piel cuidada en pocos pasos, aunque no olvides que puedes adaptarla a tus tiempos y necesidades. Lo importante, al final, es que tu piel esté sana y se vea radiante.