Marilyn Monroe en exposición en la Getty Image Gallery de Londres

Actualizado el 22/02/2013

Londres no es una de mis ciudades favoritas, pero sí que es una de esas ciudades donde puedes volver mil veces y tener siempre algo diferente que hacer. Esta vez, mi viaje ha tenido un objetivo bien preciso: La Getty Image Gallery y por supuesto también el shopping en las maravillosas tiendas de Chelsea.

Todos o casi todos, sabemos que en verano se cumple el 50 aniversario de la muerte de Marilyn Monroe y la Getty Image Gallery de Londres está conmemorando este aniversario con una exposición dedicada a la estrella de Hollywood.

La muestra incluye desde imágenes de Norma Jean Mortenson, su nombre real cuando era una aspirante a actriz hasta las fotografías de la estrella legendaria en que se convirtió Marilyn Monroe. El archivo de Getty dá para mucho, sobre todo después de estar doce meses rebuscando en sus fondos sin fin.

En la galería londinense se pueden ver desde sus retratos más famosos a imágenes menos conocidas junto a Joe DiMaggio o Arthur Miller. También se le puede ver montando en un elefante rosa en Madison Square Garden en 1955 y luego lamentándose en el camerino porque se le había roto el vestido (cosa que era habitual en ella porque cuando cantó el «happy birthday» a Kennedy, el traje que le hizo Jean Louis se rajó por detrás y, por supuesto, no llevaba nada debajo).

Las más de 70 fotos están acompañadas por 12 vestidos originales de sus películas, que pertenecen a la legendaria colección de David Gainsborough Roberts, propietario de una de las mayores colecciones de objetos de Marilyn Monroe del mundo. Entre los vestidos, algunos de «Niágara» y el rojo de «Los caballeros las prefieren rubias», uno de los magníficos de William Travilla, su diseñador de cabecera.

A partir de junio, después del cierre de la exposición de Londres, los vestidos de la colección de David Gainsborough Roberts viajarán a Italia. Harán parte de la exposición, en el Museo Ferragamo en Florencia, junto a 14 pares de zapatos a medida que Salvatore Ferragamo había creado personalmente para la actriz.

Una experiencia que vale la pena vivir.