El nuevo lugar de culto de sabor retro para la belleza masculina: los Barber shops de los 50’.
La moda hipster hizo que se volvieran a llevar las barbas frondosas, unas barbas tan larga que proporcionaban un look estilo supervivientes pero a su vez, tan cuidadas de no dejar nada sin detalle. Ahora, pasando de todo el concepto hipster y de las tendencias del momento, estas barbas se han convertido en el complemento favoritos de muchos hombres. Como consecuencia han vuelto a aparecer estos míticos barber shop con sillones reclinables, cuchillas de afeitar y navaja que recuperan la estética de las barberías americanas de los años 50.
Ahora mismo podríamos decir que la moda hipster casi ha pasado, y aunque muchos hombres siguen apostado por las barbas, lo que sí se ha instaurado, es el hecho de asistir a estos salones con la mítica señal en la entrada azul, roja y blanca
El origen de la barba hipster
La tribu urbana hipster nace originariamente como forma de rechazo a las convenciones sociales pero como toda moda que se queda durante más de un par de temporadas, ha pasado a convertirse en algo muy comercial. Ahora mismo llevar la barba que conocemos como “barba hipster” es exclusivamente una elección estética. Su cuidado requiere muchísima atención y esto además de determinar la vuelta de las barberías, ha abierto el mercado de infinidades de productos para su cuidado y la creación de páginas como MrShave que se dedican a dar consejos y ofrecer guías sobre productos y técnicas para el cuidado de nuestra barba.
Originariamente esta moda de dejarse la barba nace en los años 40 de parte de un grupo de jóvenes de clase alta que quieren demostrar su rechazo a las convenciones sociales. Para conseguirlo empiezan a llevar indumentaria fuera de la moda de la época, escuchar música alternativa y a dejarse la barba. En aquella época era algo del todo revolucionario.
Si tenemos que esperar hasta los años 40 para que las barbas se conviertan en una moda alternativa, la historia de los Barber shops es mucho más antigua.
El origen de este tipo de establecimiento se remonta al antiguo Egipto y ya en aquel entonces se consideraba un oficio de mucho prestigio y su elemento más icónico, la insigna de barbero, surge en la edad media.
En esta época era común que los Barberos realizaran cirugías a sus clientes, así como sangrías y extracciones dentales.
El poste de barbero rojo, azul y blanco simboliza el palo que el paciente agarraba durante el procedimiento, palo que originariamente tenía una palangana en la parte superior donde se guardaban las sanguijuelas y en la inferior para recibir la sangre.
Fue durante esta época cuando se formó el primer gremio de barberos y posteriormente, en 1308 se fundó la Worshipful Company of Barbers, dirigida por Richard Le Barbour. La profesión de los barberos siguió estando muy relacionada a la de los cirujanos hasta el 1750 fecha en la que el Rey Jorge de Inglaterra limitó las funciones de los Barberos a corte y arreglo del cabello.
Desde este momento la figura del barbero pierde relevancia social hasta que más adelante, y gracias a las modas, vuelven a resurgir como un gremio con estilo.
En 1878 llega la primera silla de barbero reclinable con reposapiés, otro icono imprescindible en todo barber shops. Y por último, de los años 50 la estética de las barberías old school que ahora están tan de moda.
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