Sufrir de hiperseborrea y notar que el pelo se ensucia rápidamente, sobre todo en las raíces, es algo bastante común. La buena noticia es que con buenas prácticas y los productos adecuados podemos controlar este pelo graso y lucir una melena siempre limpia y bonita.
¿Por qué tengo el pelo graso?
Las causas de un pelo graso pueden ser varias: un desequilibrio hormonal, el estrés o simplemente el uso de productos inadecuados y/o demasiado agresivos y lavados demasiados frecuentes. En realidad este sebo que produce nuestro cuero cabelludo es algo positivo, nos sirve para proteger nuestro pelo. De hecho, utilizar champús agresivos solo aumentará su producción de manera automática. Nuestro objetivo debe ser regular y equilibrar esta producción de sebo.
Una rutina hecha de buenas prácticas con una limpieza periódica del cuero cabelludo, el uso de productos específicos y unas pulverizaciones de champú en seco para refrescar las raíces, nos devolverán una melena sedosa y brillante sin el fastidioso efecto aplastado y grasiento.
5 tips para controlar el pelo graso
1 LIMPIAR EL CUERO CABELLUDO
Si notamos que las raíces parecen sucias y grasientas, aunque el pelo está recién lavado, lo primero que tenemos que hacer es una limpieza del cuero cabelludo. Con un exfoliante específico limpiaremos el cuero cabelludo de nuestro pelo eliminando las células muertas y este sebo en exceso que, además de ser antiestético, obstruye los poros y debilita nuestro pelo.
Lo ideal es hacer una exfoliación a la semana hasta que notemos que nuestro cuero cabelludo se ha equilibrado y luego seguir haciéndola cada mes como mantenimiento. Al final, es como con el rostro y los peelings, de vez en cuando son necesarios. De hecho, aunque no tengamos el pelo graso, es muy recomendable hacer una limpieza de cuero cabelludo de vez en cuando.
2 UTILIZAR UN CHAMPÚ SIN SULFATOS, SIN SILICONAS, SIN PARABENOS
No hay que caer en el falso mito de que es mejor lavarse el pelo a diario y con abundante cantidad de producto, esto sería totalmente contraproducente. De hecho, nos podría provocar un efecto rebote. Además, como ya hemos dicho, este sebo, o mejor dicho la parte que no es en exceso, es necesaria para proteger nuestro pelo. Cuidado, tampoco hay que dejarlo sin lavar demasiados días. Lo importante es con que producto lavamos nuestro cabello.
Tenemos que escoger un champú sin sulfatos, ni siliconas y parabenos. Nos puede parecer que este tipo de champús son menos efectivos, además no suelen hacer tantas espumas. La realidad es que son igual de eficaces, pero no tan agresivos con nuestro cuero cabelludo. Simplemente tenemos que acostumbrarnos y acostumbrar nuestro pelo que luego nos lo agradecerá muchísimo.
3 APLICAR EL ACONDICIONADOR SOLO DE MEDIOS A PUNTAS
Parece una obviedad, pero ya que ahora hay muchos productos hidratantes de formulación natural que se pueden aplicar también en las raíces, está bien mencionarlo. Acondicionadores y mascarillas solo en medios y puntas. Es habitual que en caso de sufrir de pelo graso tengamos las raíces grasientas y las puntas secas. Después de utilizar un champú para pelo graso purificante, no tenemos que caer en el error de no hidratar nuestro pelo para evitar que se engrase, solo no aplicarlo en las raíces.
4. REFRESCAR EL PELO CON EL CHAMPÚ EN SECO
Para evitar lavar demasiado el pelo un buen truco es utilizar el champú en seco en spray para refrescar las raíces. Con unas pocas pulverizaciones eliminamos esta grasa en exceso y la fastidiosa apariencia de pelo sucio sin caer en el error de volver a lavarnos el pelo. Hecho que, como hemos dicho anteriormente, podría incluso incrementar la producción de grasa.
5. PEINAR Y NO TOCAR
Para evitar que se ensucie rápidamente, lo mejor es cepillarlo con la cabeza hacia abajo. Otra buena práctica es evitar cuanto más posible tocarnos el pelo, es una costumbre que muchas tenemos que no ayuda nada a mantenerlo limpio.
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