¿Cuántas veces habremos cambiado de limpiador facial, o bien de crema hidratante? En mi caso infinidad de veces, en algunas ocasiones porque no terminan de convencernos los productos que uso, o bien cambio para probar algo nuevo, porque he tomado la elección equivocada, etc. Aunque en realidad, la base del cambio radica principalmente en un diagnóstico equivocado o poco preciso de nuestra piel, hasta que conocí el Centro de Estética Kalos, sede de Institut Esthederm Paris en Barcelona.
La mayoría de las grandes firmas de cosmética clasifican la piel en las siguientes categorías: piel seca, normal, mixta o grasa, en base a las necesidades que uno cree tener y aspecto, pero pocas firmas realizan un diagnóstico de la piel exhaustivo utilizando tecnología puntera determinando cada uno de los parámetros de tu piel (hidratación, pH, elasticidad, sebo, etc), para poder determinar qué necesidades reales tiene tu piel en ese momento, y ver de esta forma su progresiva evolución, como es en el caso del Centro Kalos.
En el diagnóstico de la piel determinaron los siguientes parámetros:
1. El nivel de hidratación: a medida que pasa el tiempo y envejecemos, la capacidad de la piel en retener el agua disminuye, por lo que para evitar las primeras arrugas en muy importante mantener un buen nivel de hidratación, que al mismo tiempo hará que la piel se vea luminosa, suave y aterciopelada.
En nivel de hidratación se determina en cada uno de los puntos del rostro (frente, mentón y en cada una de las mejillas).
2. Sebo: hace unos años mi objetivo clave fue que mi cara “no brillara”, todos los productos que utilizaba eran indicados para pieles mixtas/grasas y abusé de hidratantes matificantes, obteniendo un resultado de efecto rebote: mi piel no sólo brillaba más, sino que además se volvía más sensible y vulnerable.
Las glándulas sebáceas son las células responsables de la generación del sebo o grasa de la piel, protegiendo a la piel de la sequedad y del estrés exterior, por lo que un escaso contenido en sebo hace que nuestra piel sea delgada y frágil, contribuyendo además a la aparición precoz de las arrugas. La determinación del sebo se realiza en la mejilla.
3. Elasticidad y pH: con los años la piel pierde elasticidad dando lugar a la aparición de arrugas, una hidratación de las capas más profundas de la piel hace que disminuya la pérdida de elasticidad.
El pH de la piel debe de ser ácido, de ahí que hayamos oído hablar del “manto ácido de la piel”, se trata de la primera defensa de la piel frente a los microorganismo.
4. Nivel de queratina y el tamaño de los poros: nos indica el nivel de descamación de la superficie de la piel y el tamaño de poro muestra el equilibrio en la producción de sebo que tiene nuestra piel, en ambos casos el uso de exfoliantes son útiles para eliminar las células muertas y evitar que los poros se obstruyan.
Una vez realizada la determinación de cada uno de los parámetros, se emite un informe final del estado de la piel y qué tipo de productos son los más adecuados para tu piel en base a este informe.
Después de llevar unos meses usándolos, la leche desmaquillante desensibilizante Osmoclean y la loción desensibilizante Osmoclean de Institut Esthederm no se separarán de mi neceser en mucho tiempo. ¡Apuesta por la cosmética personalizada!
