Qué collares debes llevar en verano y cuáles en invierno, una guía práctica para adaptar tu joyero a cada temporada.
Con el cambio de armario llega también la hora de poner al día nuestro joyero. En invierno y en verano nos vestimos de manera muy diferente y estas joyas que complementan nuestros looks también se adaptan a la temporada. Entre los diferentes tipos de joyas, el uso de los collares es posiblemente el que más varía según la temporada, siendo esta la pieza más expuesta y que más suele ser condicionada por la ropa que llevamos.
Está claro que nuestro joyero de temporada está también muy condicionados por las tendencias del momento pero, a pesar de echar un ojo a lo que más se lleva de moda, las joyas más preciosas son un complemento que representan nuestra personalidad, un accesorio que llevamos temporada tras temporada combinándolo a nuestro looks más atemporales o a nuestros estilismos más trendy.
COLLARES DE VERANO
En verano, con el calor solemos llevar prendas ligeras, escotes más pronunciados y en general la piel está bastante destapada. Por ello, en esta temporada el uso de los collares suele estar menos condicionado por la ropa que llevamos. También hay que añadir que con el buen tiempo apetece más llevar complementos coloridos y eso hace que en general, los accesorios veraniegos suelen ser bastantes más alegres y divertidos que los invernales. A todo eso hay que sumarle que en verano estamos en época de vacaciones, vamos a la playa y vivimos muchas situaciones bastante informales y relajadas, comparado con la estación invernal, y eso suele condicionar bastante el uso de los materiales que escogemos para nuestras joyas.
Así que, hablando de collares, en verano deberíamos llevarlos largos, en esta época que vamos más escotadas es cuando lucen mejor, con algo de color y atrevernos a combinarlos entre ellos. Para los colgantes podríamos optar por gemas y piedras preciosas naturales que recuerdan los colores de la temporada y, sobre todo, hacen referencia al mar. Por ejemplo, la esmeralda, el aguamarina, el zafiro o el topacio azul son piedras que representan a la perfección la estación más calurosa del año. También el verano es la época perfecta para atrevernos a jugar más con los materiales, así que además de oro y plata, bienvenida sean todas las piezas de bisutería alternativas, lo importante es que sean coloridas y solares, cuanto más mejor.
COLLARES DE INVIERNO
En invierno nuestros estilismos suelen ser menos improvisados y más estudiados que en verano. La mayoría del tiempo estamos vestidas para looks de oficinas, reuniones, cenas y aperitivos en los que hay mucha más formalidad y muchas más capas de ropa que entran en juego. Para estos looks más formales y más estudiados, los collares son el complemento perfecto para aportar luz y personalidad a nuestros estilismos. De hecho, en este caso funcionan prácticamente como una pieza más para nuestros outfits. Por ejemplo, un look total black adquiere brillo, luminosidad y mucha personalidad escogiendo el collar correcto.
En invierno preferimos materiales más preciosos como el oro en todas sus versiones (amarillo, rosa y blanco) o la plata y piedras con colores más invernales que pueden ir a juego con las prendas o con nuestro look beauty. Por ejemplo el rubí, el cuarzo, las circonitas negras, el ámbar y por supuesto diamantes, brillantes y perlas. Estas últimas, ahora que han vuelto a ponerse muy de moda, de repente han pasado de ser un gran clásico un poco aburrido, de esos que te pones para acertar sin arriesgar, a una de las opciones más trendy de estas últimas temporadas. De hecho, las perlas, las cadenas y los colgantes con las iniciales de las letras son algunas de las principales tendencias de temporada en joyas.
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