Unos pequeños trucos para saber diferenciar un reloj auténtico de sus imitaciones para hacerse solo con los originales.
Cuando compramos en las páginas web o en las tiendas oficiales ni nos lo planteamos, pero cuando buscamos artículos de segunda mano en mercadillos, en tiendas de antigüedades o en la red, es clave saber averiguar si estamos delante de una pieza auténtica. Nos encontraremos con tiendas y página web de cierto nivel que nos proporcionan un certificado de autenticidad, como por ejemplo viene a ser el marketplace de relojes de lujo Chrono24. Pero no siempre tenemos la suerte de encontrar sitios que dan tanta confianza.
Una réplica barata es fácil de identificar, si la comparamos con el modelo original las diferencias suelen saltar a la vista. Además, suelen tener un precio demasiado barato comparado con el original y eso ya de partida nos debe hacer dudar.
Lo complicado está cuando estamos delante de imitaciones bien hechas que se venden a un precio elevado y podrían ser perfectamente un original.
Trucos para saber si un reloj es auténtico
Fíjate en los detalles y en los acabados
Las diferencias están en las cosas pequeñas, sobre todo en una imitación más o menos bien hecha. Busca el modelo en la página oficial del vendedor y comprueba cada detalle por pequeño e insignificante que parezca. Cuando hablamos de piezas de cierto valor, cada reloj y cada marca suele tener algunos detalles únicos e identificativos. Los acabados de un reloj de alta gama están perfectos y en una imitación es muy difícil llegar a conseguir exactamente lo mismo.
Compara el movimiento
En las réplicas el movimiento no será tan elegante, limpio y bonito como en la pieza original o de todas formas no será del todo igual. Por ejemplo, si el segundero da saltos estamos hablando de un mecanismo de cuarzo mientras que si su movimiento es fluido será automático. Eso ya nos puede dar un primer filtro buscando el mecanismo que debería usar el modelo original del reloj que estamos analizando.
Mira los acabados de la correa
Las imitaciones suelen reproducir a la perfección el cuadrante pero fallar un poco en los acabados de la correa que no se verán tan limpios y perfectos como en el reloj original. Si notas desperfectos, irregularidades o que no coinciden del todo los acabados, esa es una clara señal que algo no va bien.
Observa el cristal
Sabemos que los relojes de alta gama por lo general usan cristales de zafiro, entonces si nos encontramos con un cristal mineral o de plexiglás ya hemos averiguado que estamos delante de una réplica. En todo caso, primero tenemos que saber que tipo de cristal lleva el modelo original y luego identificar el cristal del reloj que estamos analizando. Para saber si el cristal del reloj es de zafiro, límpialo bien, ponlo en posición horizontal y luego déjale caer una gota de agua encima, si al inclinar el reloj notas que a la gota de agua le cuesta mucho moverse eso es que tienes en la mano un cristal de zafiro.
Mira la caja
El acero de la caja nos puede desvelar fácilmente que estamos en frente de una réplica. Hay que mirar que tipo de acero lleva y compararlo con lo que debería llevar el modelo original y también hay que fijarse en el color que sea todo el mismo con un acabado pulido.
Llévalo a un concesionario oficial
¿Decidiste comprarlo pero aún no tienes del todo claro que no es una réplica? Si quieres quitarte de dudas, lo mejor que puedes hacer es llevar tu reloj a un concesionario oficial. De esta manera sabrás con seguridad si te has hecho un reloj auténtico. De no ser así, si lo has comprado en un sitio con garantías podrás volver a la tienda en la que lo has adquirido o volver a contactar con ellos para gestionar una devolución.
Debes tomar en cuenta que si estamos hablando de marcas de lujo tipo Rolex, si te presentas con una réplica en el servicio técnico oficial se la quedarán con el reloj para destruirlo. Para evitar eso, en su alternativa puedes acudir a una joyería de confianza que pueda mirar en detalle el reloj adquirido.
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