Las fotografías representan momentos de nuestras vidas, recuerdos para atesorar en el tiempo y, de vez en cuando, volver a ver. Cada imagen representa un momento especial, y debe tomarse con sumo cuidado, para que resalte la belleza de un rostro o un paisaje o la emoción de un momento único.
En un mundo donde la tecnología es cada vez mayor, nos inclinamos siempre más por utilizar herramientas digitales como cámaras y smartphones en lugar de las clásicas cámaras analógicas con carrete para hacer fotos, pero sigue siendo a través del revelado de fotos y la posterior impresión como se pueden revivir los momentos inmortalizados en cualquier momento.
Las fotos impresas no requieren dispositivos digitales y ofrecen espacio para la creatividad: pueden guardarse en un álbum, convertirse en pósteres y collages, enmarcarse, etc.
La calidad de una fotografía depende, como sabemos, no sólo de la toma en sí, sino también de la calidad del revelado, de la elección del papel fotográfico y de los efectos o variaciones obtenidos en la fase de impresión.
Impresiones tradicionales en papel fotográfico
Las impresiones fotográficas clásicas son siempre la solución ideal, gracias a la posibilidad de elegir entre numerosos formatos y a la alta calidad del papel. Las fotografías tradicionales se imprimen en papel fotográfico mate o brillante, según las preferencias personales y el tema de la toma. Las imágenes con colores muy vivos, los retratos o los paisajes naturales quedan mejor en papel brillante. Mientras que para las fotografías en blanco y negro, los efectos antiguos y los paisajes urbanos, se prefiere el papel mate.
Las impresiones fotográficas se pueden hacer en diferentes tamaños estándar, desde el más pequeño de 7,5 x 10 centímetros hasta el más grande, de 20×30 centímetros, ideal para colgar en la pared.
Tratamiento digital con efecto vintage
Una idea original y muy bonita es hacer copias de fotos con efecto vintage, utilizando un papel especial que simula el aspecto de las instantáneas antiguas, con el típico marco, blanco o de color.
En este caso, a menudo, para acentuar el tono retro, se modifican ligeramente los colores durante el revelado de las fotos añadiendo filtros digitales. Las impresiones tipo Polaroid pueden personalizarse colocando un mensaje en el marco y utilizarse para hacer pósters y collages para colgar en la pared de casa o regalar.
Pósters y grandes formatos
Como ya hemos dicho, las impresiones fotográficas tradicionales ofrecen la posibilidad de elegir entre distintos formatos, incluso de gran tamaño, y de crear bonitos pósters y originales y simpáticos collages con las fotos más bonitas de cada uno.
Retratos, momentos con la familia o los amigos, lugares y paisajes: cada foto, incluso un selfie, puede convertirse en una imagen única y personal para colgar en la pared o regalar.
Collage y calendarios con fotos propias
Un servicio de revelado fotográfico de calidad también ofrece soluciones creativas para revivir los recuerdos y realizar una idea regalo original y bien recibida. Los momentos importantes, como un cumpleaños, una graduación, una boda o un aniversario, pueden fotografiarse y convertirse en un póster o un collage, donde se reúnen las fotos más bonitas, o en un bonito calendario de mesa o de pared.
También te podría interesar:
