La belleza del sur de Italia no se puede describir, se debe experimentar. Y quizás la hermosa ciudad de Nápoles es el lugar perfecto para disfrutar de una muestra de su cultura, su arquitectura y su encanto.
Cuando se viaja a Italia, lo típico es elegir destinos como Roma o Milán, pero si quieres hacerte con una visión más global del Belpaese ¡hay que ir también al sur! Y Nápoles es sin duda un excelente ejemplo del encanto propio del sur de Italia. Es una ciudad rica de cultura con mucha historia que contar y unas cuantas atracciones que no te puedes perder.
¿Cómo llegar a Nápoles?
Si te encuentras en Roma, puedes llegar a la ciudad en auto, autobús, avión o tren. Nápoles se encuentra a unos 186 kilómetros, y si bien a veces algunos vuelos pueden ser más baratos que un billete de tren, ten en cuenta que puedes perder mucho tiempo en dirigirse desde la terminal al aeropuerto y desde Capodichino hasta la ciudad de Nápoles. Por eso es recomendable reservar con tiempo tu billete de tren, ¡y no olvides de hacer lo mismo con los billetes de tren a Roma desde Nápoles! El sistema de trenes italiano es muy eficiente y en poco menos de 1 hora y media estarás disfrutando de la deliciosa gastronomía del sur de Italia.
Visita el Monte Vesubio y Pompeya
Si viajas a Nápoles no debes dejar de visitar el lugar más emblemático de la ciudad: El Monte Vesubio. Este volcán activo se encuentra enfrente de la bahía de Nápoles y a unos 9 kilómetros de la costa. Hay algunos tours que ofrecen primero visitar la Ciudad de Pompeya, para admirar la belleza de esta ciudad romana, y luego subir al Vesubio.
En el 74 aC, Pompeya quedó sepultada por las cenizas provenientes de una erupción del volcán Vesubio. Descubierta en 1748, y sepultada por metros de ceniza y piedra pómez, Pompeya se mantuvo intacta durante siglos. Visitarla es sinónimo de viajar al pasado, y visitar un pequeño pueblo de la vieja República Romana.
Solo 9 kilómetros separan Pompeya de la base del Monte Vesubio, por lo que es recomendable solicitar un tour, luego podrás subir al monte Vesubio y observar la belleza de la Bahía de Nápoles. Debido a su altura es uno de los puntos panorámicos más hermosos del sur de Italia.
Castel Nuovo o Castillo Nuevo
Si te gusta la historia o la época medieval, no te puedes perder visitar esta Fortaleza de la Edad Media.
El Castel Nuovo también conocido como Maschio Angioino fue construido en 1282. Posee 5 torres de 35 metros de altura unidas por murallas. Fue mandado a construir por Carlos I, tras hacerse con los reinos de Nápoles y Sicilia. El castillo también marca el poder militar y político que tuvo Nápoles en la región a partir del siglo XII.
Es una excelente opción para descubrir el pasado medieval de Nápoles, así como desde sus torres disfrutar de excelentes vistas de la ciudad, el golfo y de las pequeñas islas que se asoman del Mar Tirreno. Además, posee tours gratuitos para visitar el castillo y sus alrededores. El horario de visita es de lunes a sábado de 9 a 19 horas.
Castel dell ‘Ovo o Castillo del Huevo
Si te gustó el paseo anterior, entonces no te puedes perder una visita al Castel dell ‘Ovo o Castillo del Huevo. Por su altura, es otro lugar increíble para disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece el castillo. Es recomendable ir antes de que se ponga el sol, así podrás admirar como la luz del atardecer ilumina la ciudad de Nápoles, el Golfo y de fondo el Monte Vesubio.
El Castel dell ‘Ovo es el castillo más antiguo de Nápoles, ya que su ciudadela fue construida hace más de 900 años. Dentro del castillo encontrarás grandes galerías, la iglesia de Salvatore, y distintas salas con varios objetos medievales. Definitivamente, lo mejor son las vistas panorámicas que ofrecen sus terrazas que te permitirán observar la belleza de Nápoles desde un lugar privilegiado.
Si después de tu paseo por el Castillo del Huevo te queda algo de tiempo, puedes aprovechar y subir al funicular de Mergalina para visitar la Iglesia de San Antonio, uno de los miradores más hermosos y característicos de la ciudad.
Piazza del Plebiscito
Esta plaza es el corazón de la ciudad, un lugar que no puedes perderte si visitas Nápoles. Se encuentra al final de la Vía Toledo, y alrededor de la plaza podrás encontrar una gran cantidad de edificios emblemáticos. Los más importantes son el Palacio Real de Nápoles y la Basílica de San Francisco de Padua. Si tienes poco tiempo, esta zona la podrás recorrer con el autobús turístico de la ciudad o en algunos de los free walking tours que se organizan a diario.
El palacio Real es imponente y en su interior podrás visitar el antiguo trono, el teatro y las habitaciones reales con muebles originales del 1600. La basílica por su parte posee todo el esplendor de otras épocas, con sus más de 34 columnas de mármol de estilo corintio. También se encuentra el teatro San Carlo, uno de los más hermosos de Europa y patrimonio de la humanidad de la Unesco.
El Estadio Diego Armando Maradona
Si te gusta el fútbol, entonces no puedes perderte visitar el emblemático estadio del Club de Fútbol más importante del sur de Italia: Società Sportiva Calcio Napoli. Si bien toda la ciudad es como un inmenso santuario al jugador más grande de la historia, en las calles cercanas al estadio podrás ver una gran cantidad de elementos que rinden tributo al astro argentino.
Desde murales gigantes, cuadros, locales para comprar cualquier tipo de souvenir, hasta camisetas del Napoli o Argentina con el 10 y el Maradona. Puedes recorrer las inmediaciones del estadio y admirar la historia del fútbol plasmada en las calles mientras disfrutas de una deliciosa pizza al auténtico estilo napolitano. Si tienes suerte y visitas la ciudad cuando Nápoles juega en casa, no te pierdas la posibilidad de ver un partido en el ex estadio San Paolo.
En resumen
Nápoles tiene todo, desde la mejor gastronomía del sur de Italia, monumentos históricos de la Antigua Roma, Castillos medievales, y algunos vestigios del esplendor del viejo reino. Pero también sus pequeñas calles, su amor por el fútbol y hermosas vistas panorámicas desde sus terrazas ¿Qué estás esperando para visitarla?
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