Desde el momento en que se cruza por la puerta de este enigmático ático de la estación de Chamartín, nos sentimos como si estuviésemos viajando a una época distinta.
Todo llama tu atención: los colores, padrones, modelos… Los vestidos, abrigos, camisas con manga de murciélago y cazadoras vaqueras… Resulta difícil centrarte y saber dónde enfocarte.
Lámparas de Zapaluz iluminan una de las entradas. “Divertirse decorando es atreverse con la novedad”, es así que Francisco Alegre describe su arte, escultura, imaginación y diseño. Estas alegres lámparas son, sin duda, el centro de cualquier salón y también para todos los que entran en esta Feria Moda Vintage. Una parada obligatoria.
Adentrándonos un poco, existen stands con innumerables ítems a los que es imposible resistirse, sino a comprar, al menos a pasar la mano y sentir las telas, apreciar los padrones y sus colores o apenas sacar ideas para innovar tu indumentaria diaria.
Si te decides hacer estilo con tus propias manos, en la FMV 2013 también puedes encontrar libros de coser antiguos con moldes para hacer tus prendas de ropa a medida, telas retro y los complementos perfectos con los que hacer juego después de hecha la nueva vestimenta.
Si lo que buscas es moda vintage, retro y reciclada, pero no abdicando de la tecnología, Bicho Vintage es la opción cierta.
Esta tienda online, especializada en moda vintage, no dejó de tener presencia en la FMV y te asegura tu estilo a la distancia de un solo clic.
El glamour ha estado presente con piezas Hermès, Gucci y Channel que uno no podía dejar de fijarse, el ambiente fue marcado por una atmosfera relajada, sociable y cercana entre expositores y visitantes, sin que sus fieles amigos cayeran en olvido.
Sin que te des cuenta, al menos una bolsa tienes en la mano, fotos en la cámara y una sonrisa en la cara. Y así se pasa una tarde bien pasada.
Foto Credits: Xavi Simancas